18 Feb DEPENDENCIA EMOCIONAL
La dependencia emocional surge del miedo a sentirnos que no valemos lo suficiente. Es un sentimiento que nos convierte en personas incompletas si la otra parte de la pareja no está cerca, e incluso conlleva a la incapacidad de vivir solo.
Este apego patológico crea unas relaciones desequilibradas y conflictivas en el subconsciente que en demasiadas ocasiones impide a la persona afectada desarrollarse personalmente.
Una relación de pareja debe basarse en el amor principalmente, es decir, dos personas están juntas por el placer de compartir con la otra, aquello que cada uno es y que le hace sentir bien consigo mismo; no para que uno de los dos complete las carencias emocionales que no ha sabido desarrollar.
De esta manera debemos vivir en pareja sintiéndonos seres completos y libres, donde interactuemos para intercambiar sentimientos y sobre todo momentos.
Como en la mayoría de las cuestiones, a la hora de hablar de amar y depender, existen ciertos grados de dependencia, por lo que resulta fundamental que uno detecte cómo le afecta o no su relación y de qué manera le impide su desarrollo personal.
La dependencia emocional puede llegar a convertirse en un trastorno por apego patológico donde la persona que lo padece presenta diferentes perfiles:
- En ocasiones el perfil de estas personas es el de un individuo que se muestra seguro, pero, en realidad bajo esa falsa apariencia de seguridad, es incapaz de relacionarse desde un plano de igualdad con el otro.
- Por otra parte existen las personas que emocionalmente son más frágiles porque pueden haber vivido una infancia difícil, con ausencia física o emocional por parte de alguno de los progenitores. Esto les convierte en un sujeto donde madurar emocionalmente se le hace muy difícil sin la ayuda de un profesional.
- También están los casos donde las personas dependientes emocionalmente han tenido una relación de pareja dañina, con graves carencias emocionales.
El patrón del miedo por parte de uno de los miembros de pareja puede hacer de forma inconsciente y automática que los dos miembros de la pareja se conviertan en co-dependientes; y basen su relación en la fragilidad emocional donde ninguno de los dos disfruten plenamente de amar ni de ser amados.
Algunos de los síntomas que nos pueden sugerir síntomas de dependencia, se pueden identificar a través de frases como:
- «Sin ti no soy nada» Condicionado emocionalmente a la otra mitad.
- «Con lo bien que estamos los dos solos, no necesitamos a nadie más» Tendencia a que la relación sea exclusiva y. aislarse de cualquier conexión social con la familia, amigos, etc.
- ¿Dónde estás, con quién estás, qué haces, piensas en mí?, etc. De manera adictiva, a través de controles excesivos mediante el teléfono o del mismo whatsapp con el deseo de afecto constante y de contacto ininterrumpido.
- «Por favor no me dejes, cambiaré, si me dejas me muero» Miedo a la soledad, al abandono o el rechazo de la pareja, viviéndolo como una catástrofe.
No obstante, ante una misma situación de desamparo o incluso de heridas emocionales, las personas desarrollan estrategias distintas según el tipo de carácter.
El primer paso y más difícil, es reconocer que se es dependiente emocionalmente, pero aun conociéndolo seguramente necesitemos recurrir a un profesional de la salud mental para que nos ayude a tomar conciencia de la situación que estamos viviendo y que nos muestre que el sufrimiento es evitable, además el psicólogo facilitara unas herramientas que le ayudarán a saber cuáles son las heridas que le causa esa patología y, cómo subsanarlas.
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