28 May El lobo feroz
Solo hay que darse una vuelta por las redes sociales de moda para observar que mucha gente trata de aparentar un estado perenne de felicidad que no es solo un vulgar tipo de engaño…, fotos de risas rodeadas de mucha gente que celebra el “top ten” de los días, fotos comiendo en los más lujosos restaurantes de alto nivel e incluso visitando lugares de vacaciones de ensueño; y si hablamos de “ligar” ni te cuento…, aquí tanto hombres como mujeres somos cómplices de tejer redes de engaño.
Pero ¿el engaño sexual está en todas partes?…, diversos estudios han observado que muchas especies, desde animales, hasta insectos pasando algunas plantas, practican el engaño sexual.
- Algunas especies de arañas macho, por ejemplo presentan a las hembras un «regalo» para aparearse con ellas. El macho ofrece a la hembra un insecto envuelto en seda, que luego mastica mientras se aparea con ella. (Obviamente no somos la primera especie que combina comida con sexo). En realidad, es común que las arañas macho envuelvan objetos no comestibles como semillas de plantas, creando así «regalos inútiles«.
Cuando se les presenta uno de estos regalos inútiles, las arañas hembras no pueden notar la diferencia. La hembra típicamente deja que el macho copule con ella mientras ella comienza a masticar su regalo. Solo cuando descubre que ha sido engañada, ella cancela “el tema”. En pocas palabras, las arañas macho han aprendido que pueden explotar a las hembras con fines sexuales al darles regalos de mala calidad. - Como se suele decir, hay mucho más peces en el mar…, las sepias, por ejemplo son solo una de las muchas criaturas acuáticas en las que los machos se aprovechan del engaño para crear más oportunidades de apareamiento. Las pequeñas sepias macho son capaces de crear una «imitación femenina«, es decir, pueden cambiar su apariencia y comportamiento para parecerse a las hembras. El disfraz les permite acercarse lo suficiente para aparearse con las hembras que están siendo vigiladas por machos más grandes.
- Asimismo, algunas plantas también se involucran en el engaño sexual. Tenemos a la orquídea por ejemplo, que libera olores que imitan el olor de las feromonas de las abejas hembras. Esto los hace irresistibles para las abejas macho y hace que esas abejas intenten aparearse con las flores. Estas abejas se convierten en polinizadoras que se mueven de una orquídea a la siguiente, ayudando a estas plantas a producir semillas.
Entonces, ¿qué tienen en común todos estos engaños, desde humanos hasta arañas, peces y orquídeas?… Siempre está en el interés de pasar información genética de una generación a otra ya que todos los seres vivos estamos diseñados para reproducirnos y aquellos que no transmiten su material genético se enfrentan a la extinción.
Esto significa que los miembros de una especie determinada deben adaptarse a los desafíos reproductivos únicos a los que se enfrentan. Cuando la competencia para aparearse es intensa, las estrategias reproductivas creativas, como el engaño, ofrecen una ventaja competitiva.
¿¿Quizás es esto tan espeluznante como parece??, el engaño sexual podría ser una adaptación evolutiva, o quizás, solo otra parte de la naturaleza humana.
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