14 Sep Prevenir el suicidio hoy asegura la vida mañana
La Organización Mundial de la Salud estima que aproximadamente un millón de personas mueren cada año por suicidio.
– Conceptos erróneos comunes sobre el suicidio:
- Mito: la gente que habla de suicidio realmente no lo hará.
- Hecho: Casi todos los que intentan suicidarse han dado alguna pista o advertencia. No debemos ignorar las referencias indirectas a la muerte o el suicidio.
- Mito: Cualquiera que intente suicidarse debe estar loco.
- Hecho: La mayoría de las personas suicidas simplemente están gravemente afligidos, deprimidos o desesperados… (la angustia extrema y el dolor emocional no son necesariamente signos de enfermedad mental).
- Mito: Si una persona está decidida a matarse, nada lo detendrá.
- Hecho: Incluso las personas gravemente deprimidas tienen sentimientos encontrados acerca de la muerte, porque simplemente quieren dejar de sentir dolor, no morir realmente.
- Mito: Hablar sobre el suicidio puede darle la idea a alguien.
- Hecho: Todo lo contrario; sacar a relucir el tema del suicidio y discutirlo abiertamente es una de las cosas más útiles que puedes hacer con personas que puedan estar barajando esta idea.
– ¿Qué impulsa a tantas personas a quitarse la vida?
Para las personas que no padecemos una depresión severa es difícil entender qué es lo que impulsa a tantas personas a quitarse la vida; pero no debemos olvidar que la persona suicida tiene tanto dolor que no puede ver otra opción.
– Aunque una persona no pida ayuda no significa que no la necesite.
El suicidio es un intento desesperado por escapar del sufrimiento que se ha vuelto insoportable. Sentimientos de odio hacia uno mismo, desesperanza o aislamiento, pueden ser motivos suficientes para que una persona no pueda ver ningún otro modo de encontrar alivio. Sin embargo, a pesar del deseo de que el dolor desaparezca, la mayoría de las personas suicidas tienen un gran conflicto acerca de terminar con sus propias vidas… más que nadie desean que hubiera una alternativa, pero simplemente no pueden verla por si solos.
Generalmente las personas que se quitan la vida no quieren morir, sino que solo quieren dejar de sufrir. La prevención del suicidio comienza con reconocer las señales de advertencia y tomarlas muy en serio.
– Señales de advertencia de suicidio
La mayoría de las suicidas dan señales de advertencia o señales de sus intenciones. La mejor manera de prevenir el suicidio es reconocer estas señales y saber cómo responder.
Si crees que algún familiar tuyo o incluso un amigo está considerando suicidarse, claramente puedes desempeñar un papel en la prevención del suicidio señalando las alternativas, demostrando que te importa y, haciendo que un psicólogo especialista participe en esa trance.
– Tomar en serio cualquier conversación o comportamiento suicida, no es solo una señal de advertencia de que la persona está pensando en el suicidio, es un grito de ayuda.
Las principales señales de advertencia del suicidio incluyen: hablar sobre suicidarse o hacerse daño, hablar o escribir mucho sobre la muerte o morir y, buscar cosas que podrían usarse en un intento de suicidio, como armas y drogas.
Estas señales son aún más peligrosas si la persona tiene un trastorno del estado de ánimo como depresión o trastorno bipolar, dependencia del alcohol o, intentos anteriores.
Otras señales de advertencia que apuntan a un marco mental suicida incluyen cambios dramáticos en el estado de ánimo o cambios repentinos de personalidad. Una persona suicida también puede perder interés en las actividades del día a día, descuidar su apariencia y mostrar grandes cambios en los hábitos de comer o dormir.
– Consejos para la prevención del suicidio
Hablar: Si observas signos de advertencia de suicidio en alguien que te importa, puedes preguntarte si es una buena idea decir algo, porque… ¿Y si nos equivocamos? ¿Qué pasa si la persona se enfada con nosotros?… En tales situaciones, es natural sentirse incómodo o asustado, pero cualquiera que hable sobre el suicidio o muestre otras señales de advertencia necesita ayuda inmediata y cuanto antes mejor.
– Factores de riesgo
Al menos el 90% de todas las personas que mueren por suicidio padecen uno o más trastornos mentales como depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o alcoholismo.
La depresión, en particular, juega un papel importante en el suicidio, y se debe en parte al pensamiento distorsionado causado por la depresión y la dificultad que tienen para imaginar una solución a su sufrimiento.
Los factores de riesgo de suicidio comunes:
- Enfermedad mental, alcoholismo o abuso de drogas.
- Intentos de suicidio previos, antecedentes familiares de suicidio o antecedentes de trauma o abuso.
- Enfermedad terminal o dolor crónico, pérdida reciente o evento estresante de la vida.
- Aislamiento social y soledad.
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