30 Mar Como en un panal de abejas todo debe encajar

Cuando la vida te pone a prueba y necesitas dar tanto de ti mismo a los demás, es fácil olvidarse de otras áreas que también son parte de lo que eres, especialmente si te encuentras en esa etapa de tu vida de grandes cambios.

Pero a pesar de lo increíble que ese momento pueda parecer, la falta de un equilibrio adecuado puede terminar por agotarte y abrumarte y, hacerte tener la sensación de estar perdido, aburrido y finalmente decepcionado.

“Jamás todas nuestras necesidades serán satisfechas por una sola cuestión, por eso cuidar de nosotros mismos depende en gran medida de nutrir todos las parcelas de nuestra vida, esas que consideramos valiosas y que contribuyen a lo que somos”.

A mi, personalmente, me encanta ser psicólogo, pero también me encanta ser el “yo el de a pie”.

Al principio esto me hacía sentir incómodo, ya que de alguna manera sentía que estaba traicionando a mi profesión (a lo que me había comprometido exclusivamente). Pero con el tiempo, he aprendido que es todo lo contrario. Cuidando de mí soy más capaz de cuidar a los demás; cuanto más satisfecho y equilibrado soy, más podré ofrecer a los demás.

Además, una pasión no necesariamente excluye otra, sino que al contrario, nuestras pasiones pueden y deben complementarse, y al hacerlo, complementarnos como individuos únicos que somos.

Así es como yo me considero; amo ser un buen profesional, anhelo la satisfacción de ser un líder en el mundo corporativo donde conseguir definir estrategias y motivar a otros para alcanzar la excelencia…, pero eso no significa que no necesite involucrarme en otras pasiones que me conecten conmigo mismo, como montar en bicicleta por la montaña. El deporte es una poderosa arma para la introspección, que me permite conectar con la naturaleza a través de pensamientos y emociones que ni siquiera sabía que estaban ahí hasta que les preste la debida atención.

También tengo el deseo de desconectar de este mundo a veces, a través de mis ejercicios de respiración… , y por qué no, haciendo chick-flick en redes sociales como Facebook, pero sobre todo disfruto de la calma que todo ello me ofrece la vida sin más.

Pero de lo que no me cabe a menor duda es que mi vida no estaría completa si no llegará a pasar suficiente tiempo la gente con la que comparto este viaje. Tener tiempo para mi pareja y mi hijo, recordar que no somos sólo padres, sino que también somos amigos y compañeros de andadura. Tener tiempo para mis amigos donde poder reírnos y contar chismes sobre cosas que no tienen ninguna importancia vital. Sentirme cerca de mis padres aunque ya no estén aquí y, de mi hermana a pesar del día a día de cada uno…

Todo esto me ha tomado un tiempo para darme cuenta de cómo cada una de estas cosas completan las piezas de mi rompecabezas y, esto ha sido el resultado de mucha experimentación y de muchas misiones diferentes que he emprendido para descubrir nuevas pasiones cada vez que he sentido un vacío en mi vida. Más aún, así como creo que estas son mis necesidades ahora, sé que pueden cambiar con el tiempo.

“Los seres humanos no son estáticos, sino que cambian constantemente y evolucionan”.

Así que lo que sea que necesites, sólo tú lo sabes y, si no lo sabes, ahora es el momento de averiguarlo…, y no sólo eso, sino también para permanecer consciente de cómo estas necesidades se suman a su sentido del equilibrio en su conjunto. Ese es el mayor desafío; tener suficiente tiempo y espacio en nuestras vidas para nuestras pasiones; porque cada vez que se convierte en el más difícil, es cuando más necesitamos nuestro equilibrio.

“Independientemente de nuestras diferencias individuales, todos necesitamos más que una pasión para sentir un sentido de equilibrio y satisfacción”.

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